Estheo y el comienzo del viaje
Los rayos de sol entraban por la ventana, Estheo un
joven griego de origen humilde, aprovechaba estos primeros rayos de sol del día
para ponerse a entrenar, el sueño del joven no era otro que poder entrar en las
filas del ejército Griego, formado por las ciudades estado del mismo. Las
guerras médicas habían dejado el ejército bajo mínimos y se promovía que los
ciudadanos se apuntaran a formar parte de él.
Estheo un joven de 15 años, hijo de uno de los mejores
herreros de toda Grecia pero de condición humilde. Estheo vivía con su padre
sin ningún lujo pero sin pasar necesidades, al estar rodeado de armas mientras
aprendía el oficio de su padre (Como era tradición, que el oficio pasara de
generación en Generación) y descubrió su gran pasión por convertirse en
soldado, aunque ya se veía de lejos, más de en alguna ocasión siendo niño usaba
las herramientas y artilugios de su padre para jugar simulando ser un soldado,
después de largas jornadas de trabajo cuando su padre llegaba a casa, jugaban
horas y horas con espadas de juguetes fabricadas por su padre. “Soy Perseo y tu
Medusa, Papá” eran las primeras palabras
que se escuchaban al llegar el padre a casa. Era lógico que su sueño fuera ser
soldado, y era el momento idóneo para entrar, después de la gran baja de
hombres que provocaron las Guerras médicas contra el ejército Persa.
Pero Estheo no era el único con ese sueño, su mejor
amigo Eniteo compartía la misma pasión, desde niños jugaban a ser soldados y
soñaban con convertirse en algún día en los mejores soldados de toda Grecia.
Para ello ambos se levantaban muy temprano para entrenar antes de iniciar sus
respectivas labores profesionales, Estheo en la herrería de su padre y Eniteo a
ayudar a su familia en el campo, en el entrenamiento usaban espadas de hierro
sin filo para simular el peso de las originales de acero que usaban en el
ejército, que el padre de Estheo fabricó expresamente para que entrenasen. En
más de una ocasión acabaron el entrenamiento con múltiples heridas que les
hacía parecer que volvían de luchar contra Titanes, en lugar de un simple
entrenamiento que muchos consideraban más bien un juego. Pero ellos tenían la
esperanza de que algún día tanto trabajo duro seria recompensado.
Se acercaba el día donde los jóvenes podían probar
su valía para el ejército, Estheo y Eniteo charlaban por las noches acerca de
lo emocionados que estaban de que llegase el gran día, se imaginaban derrotando
al resto de aspirantes y entrando orgullosos a las filas del ejército, de los 2
Eniteo era el más hábil con las espada, siempre que luchaban el uno contra el
otro era Eniteo el que conseguía asestar el mayor número de golpes al oponente,
pero Estheo era mucho más inteligente a la hora de planear los ataques, eran
pocos los que conseguía y de esos pocos, la mayoría debidos a una estrategia de desgaste y
aprovechando las ventajas que el terreno podía ofrecer. Pero el ejército no era
un juego, no eran espadas sin filo, por muy real que pareciesen las del
entrenamiento, aquí un error significaba la muerte. Esto los ponía nerviosos
pero no conseguía amedrentarlos, el sueño de verse codo con codo derrotando
oleadas de enemigos seguía intacto, la habilidad para el combate de Eniteo y la
inteligencia durante el mismo de Estheo era una combinación que ambos estaban
deseando poner a prueba para el servicio de toda Grecia.
Llegó el día de la prueba, ambos se presentan en el
campamento que el ejército había destinado a tal fin. Aquello estaba lleno de
aspirantes, lógico por otra parte, la vida y sueldo de soldado era mucho mejor
que cualquiera que los oficios que pudieran heredar, por lo que muchos de
aquellos aspirantes apenas tenían posibilidad de entrar. Una vez apuntados los
fueron llamando en grupos de 10 personas. Ambos amigos fueron elegidos en
grupos distintos, el de Eniteo fue de los primeros que a los que llamaron para
la prueba. Ésta consistía en que los 10 hombres equipados con corazas y espadas
de maderas debían entablar combate en una pequeña arena circular. Las reglas
eran sencillas, quedabas eliminado si te salías de la arena, o te rendías,
Estheo pensó que esa prueba estaría chupada para su amigo, era el más hábil de
todos los aspirantes que se encontraban allí, aparte de que estaba acostumbrado
a entrenamientos muchos más duros con su amigo que a una prueba con espadas de
madera. Dicho y hecho la prueba de Eniteo fue de las más cortas que se
recuerdan, empezó a arremeter contra los rivales y uno a uno fueron, iban abandonando la arena o pidiendo la
rendición por los continuos ataques que recibían, la prueba acabo en tiempo
record y el soldado al mando quedo sorprendido por el manejo de la espada del
muchacho “tienes mucho potencial” fueron las palabras del soldado, Eniteo
dibujo una sonrisa y se fue a hablar con él, contento por la prueba se dirigió
a la tienda de campaña donde las personas que pasaban la prueba iban a
cumplimentar los documentos para poder recibir la formación de soldados del
ejército Griego. Su amigo había dado el primer paso para convertirse en soldado.
Pasaron horas y por fin le llegó el turno a nuestro
protagonista, le entregaron la coraza y espada de madera para la prueba, le
parecía súper ligera en comparación a las que usaba para entrenar, sabía que
aunque no era tan hábil con la espada con su amigo, pero también tenía un gran
nivel en el uso del arma, aparte de su gran inteligencia para el combate, la
prueba de Estheo no fue tan rápida como la de su amigo pero la paso de forma
satisfactoria, Estheo dejo que muchos de sus rivales de eliminaran mutuamente,
y cuando solo quedaron 2 arremetió contra ellos provocando que salieran de la
arena. Una vez acabada la prueba su amigo fue a abrazarlo para celebrar que lo
habían conseguido, les había resultado mucho más fácil de lo que jamás hubieran
pensado.
Los soldados que estaban evaluando a los
participantes, empezaron a comentar algo en silencio, los 2 amigos empezaron a
preocuparse. Un soldado se acercó a ellos y les dijo “Muy impresionante las 2
actuaciones, pero queremos ver algo más, dirigíos a la arena nuevamente”. Los
amigos con cara de preocupación marcharon sin protestar pensando que igual no
sería tan fácil entrar. Ambos llegan y les entregan nuevamente las corazas pero
en esta ocasión acompañadas por espadas de verdad, ”poneos la coraza y usar
esas espadas, solo uno de vosotros entrara en el ejército, las reglas son las
mismas que antes, si te rindes o pides la rendición estás fuera ¿preparados?”.
Los amigos se miraban con cara de desasosiego
mientras de calzaban la coraza, pensando que solo uno de ellos podría cumplir
su sueño, una vez colocada las corazas y equipados con la espada dieron orden
de empezar el combate a la de 3, el instructor empezó a contar “uno, dos…..tres”.
Por un momento el tiempo se paró, los 2 amigos y contrincantes en esta ocasión
se miraban a los ojos, entendían perfectamente que aunque amigos, cada uno de
ellos iba a dar el máximo de sí mismo por conseguir el tan ansiado sueño, pero
que a pesar de todo su amistad seguiría intacta, esa amistad se había forjado
durante años a base de duros entrenamiento, por último ambos se miraron,
cerraron los ojos y sonrieron, parecía que se podía incluso escuchar el
silencio.
El tiempo se reanudo y ambos arremetieron contra el
otro con todo lo que tenían, chocaron espada con espada, empujando con el
objetivo de demostrar quién era más fuerte, una vez comprobaron que ambos tenían
más o menos la misma fuerza los 2 dieron un paso atrás y reflexionar como atacar
a su contrincante. Estheo sabía que su amigo Eniteo lo superaba en habilidad
con la espada y que debía tener clara su estrategia para poder tener alguna
posibilidad, estaba claro que mientras más cerca estuviera de Eniteo menos posibilidades
tendría de ganar, por lo que pensó que lo mejor era alejarse de él y aprovechar
algún ataque de su oponente para intentar desestabilizarlo y echarlo fuera de
la arena. Decidida que esa sería su estrategia Estheo empezó a esquivar ataques
mientras retrocedía para poder ubicarse al final de la arena, colocado ya al
filo de la línea blanca que delimitaba la arena y con su amigo visiblemente
cansado, Estheo adopto una pose defensiva, invitando a su oponente a atacar,
Eniteo se detuvo pensativo, había adivinado la intención de su amigo. “No
funcionara amigo, ya estás perdido”. Estheo seguía con su postura defensiva
invitando al rival a atacar, Eniteo adopto postura para lanzar su ataque, el
mismo ataque que había lanzado durante años en los entrenamientos, éste consistía
en dar 2 pasos, uno primero con la izquierda para tomar impulso para después con
el pie derecho cargar con toda su fuerza.
Estheo estaba preparado para aquello, había recibido
tantos golpes de aquella manera que sabia como poder contraatacarlo, el pondría
su guardia en la parte derecha de su cuerpo, invitando a su amigo a atacar por
su lado derecho donde tenía más fuerza, el pensamiento de nuestro protagonista sería
el de hacer un rápido cambio de guardia a su lado izquierdo cuando su rival iniciase
su ataque, con esto conseguiría bloquear su ataque y aprovecharía la inercia de
su contrincante para apartarse y el solo abandonara la arena. Todo estaba
perfectamente planeado, sabía que su amigo era el que mayor habilidad tenia de
los dos, pero su estrategia era la mejor, nada podía salir mal.
Como Estheo había planeado su amigo inició su ataque
con su pie izquierdo para después cargar con su pie derecho, pero no fue así
como ocurrió. Eniteo en lugar de continuar con su pie derecho sorprendió a
todos haciendo algo que nunca se hubiera imaginado su amigo, Eniteo en lugar de
seguir con su pie derecho se quedó clavado con todo su peso al dar el primer
paso y lanzo la espada desde ese punto a su amigo Estheo, nuestro protagonista
no pudo hacer otra cosa que desviar la espada que su amigo y contrincante le
había lanzado, para sorpresa de todo, momento que Eniteo aprovecho para
lanzarse a por su amigo, aprovechando la posición en la que quedaba vendido por
haber desviado su espada, Eniteo agarro del brazo donde portaba la espada y
desarmo a su amigo, éste ya desalmado cayo arrodillado frente a su amigo,
admitiendo su derrota y asumiendo que ese era el fin del sueño que tenía desde pequeño.
“ Es suficiente, ambos habéis demostrado gran coraje, mañana al salir el sol
los dos tomareis el camino al campamento mayor para comenzar vuestra
instrucción, felicidades!! Habéis dado el primer paso para pertenecer al ejército,
esto no ha sido más que una pequeña prueba para ver como respondéis ante
situaciones inesperadas, y repito enhorabuena a los 2, espero que estéis a la
altura de los que vais a representar”
Ambos amigos se fusionaron en un abrazo, con lágrimas
en los ojos, Estheo no se creía que estaba dentro del ejército junto a su
amigo, por momentos pensó que había sido el fin de un sueño, pero no, solo era
la primera piedra que se iba a encontrar en el duro camino que le esperaba.
Continuara…….
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