Ronin


RONIN



La posición de portero, injusta como ninguna y apreciada por muy pocos. Implica una fortaleza mental digna de muy pocos y en cierto modo honorabilidad. Pero, ¿existe algo más solitario que un portero?

La respuesta es sí, solo existe algo más solitario que ese portero que se encuentra bajo los palos en un campo de fútbol. Ese ser más solitario es el portero y compañero de batallas que se encuentra en el banquillo, deseando y soñando disfrutar esa “soledad” de la que disfruta su compañero.

El símil podría ser los antiguos samuráis del Japón, seres honorables con  el Bushido (código del samurái) que les hacía llevar una vida solitaria, muy conocida es la frase la soledad del samurái.
Dentro de los samurái tenemos a los Ronin  (samurái sin dueños) se podía alcanzar el estatus de Ronin bien por la muerte del señor al que servían, o bien por hijo de un Ronin, este estatus era vergonzoso, ya que el código samurái implicaba que si tu señor moría debía hacer seppuku  (también harakiri —suicidio ritual—). Por lo que conllevaba que si llevabas dicho “titulo” indicaba que tu o tus antepasados habían deshonrado el código. Si un samurái llevaba una vida solitaria la del Ronin lo era todavía más.

Después de esta breve explicación quería dedicar estas palabras a nuestro Ronin, si tú, Dani Giménez, has sido la persona que desde la sombra y solidad del portero se merece estas palabras, a diferencia de los Ronin, tú has demostrado más honor que el mismísimo Miyamoto Musashi  (Famoso espadachín) velando por el bien del equipo, alentando como un aficionado más, animando a tu compañero de batallas (Adán) mientras soñabas con disfrutar de su “soledad”.

Solo puedo decirte que muchas gracias por estos años, que disfrutes de estos momentos que tanto mereces y que recuerdes que siempre serás nuestro samurái.

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